El avance de los videojuegos en la actualidad parece ser un proceso indetenible, son cada vez más las personas de todas las edades que toman algo de su tiempo al día para invertirlo en los videojuegos.
Lo que es completamente real es que más allá de crear un espacio de ocio existe un mundo interesante de paralelismo entre el comportamiento de las personas no solo en los videojuegos sino también en la vida real.
Es evidente que los videojuegos nos llevan a un universo virtual en el que podemos experimentar con total libertad las diferentes formas, conductas y alternativas que normalmente nos caracterizan, es por ello que algunos de nuestros rasgos y tendencias se reflejan en nuestra forma de jugar.
Analizar nuestro comportamiento ante ciertas situaciones que nos generan angustia, como la inseguridad en nuestro hogar, puede ser solucionado por un cerrajero, sin embargo, hay otras actividades que fortalecen nuestro espíritu ante ciertas situaciones.
Jugadores habituales y ocasionales
Es común que algunos investigadores se interesen por conocer si existe alguna diferencia entre las personas que usan los videojuegos de forma frecuente y algunos que lo hacen de forma esporádica.
Los jugadores constantes son más sociables, impulsivos y activos que aquellos que juegan de forma ocasional, los constante suelen desear involucrarse en prácticas deportivas, este resultado contradice el estereotipo de que los videojuegos son solo para personas solitarias y aisladas.
Los que juegan con frecuencia son personas sinceras, flexibles y con una gran capacidad de autocrítica, por su parte aquellos que no practican habitualmente son personas con una personalidad rígida y son una buena forma de mostrar una imagen de sí mismos.
¿Los jugadores son iguales en los videojuegos y en la vida real?
Hay algunas personas tímidas y otras con mayor tendencia a la exploración, por ende las personas más tímidas suelen arriesgarse menos que las personas que actúan con mayor decisión en cada una de sus actividades.
En el videojuego, es común que las personas aumenten su capacidad para innovar y probar diferentes estrategias, es por ello que quienes permanecen en su zona de confort, comúnmente no les va tan bien ni en los videojuegos ni en la vida real.
Cuando las personas no juegan con frecuencia, ante situaciones de incertidumbre se sienten mal y desorientadas, se paralizan ante algunas instrucciones del juego para poder continuar, otras se limitan a ir avanzando a base del ensayo y el error hasta encontrar un verdadero camino.
La tolerancia a la frustración es la capacidad de aceptar en qué momento las cosas no salen como se espera, sin caer en emociones negativas, ante el fallo de algun juego, algunos jugadores se ,prestan y se frustran, sin embargo, otros aprenden la lección y se apoyan de ese error para obtener mejores resultados.
Finalmente, los videojuegos son el escenario magnífico para ensayar diferentes videojuegos y así poner a prueba nuestro comportamiento ante alguna situación, es por ello que los videojuegos son un espacio completamente seguro en el que se puede innovar y crear diferentes aspectos de nuestra personalidad.